Romper el ciclo del conflicto; Riqueza, poder y mala educación

Durante miles de años, la humanidad ha estado plagada de guerras periódicas, que a menudo estallan cada pocas décadas. A pesar de momentos fugaces en los que la paz duradera parece estar al alcance de la mano, la humanidad sigue atrapada en un ciclo de conflictos. En la actualidad, este ciclo lo perpetúa un pequeño grupo de individuos poderosos que controlan vastos recursos y manipulan los acontecimientos mundiales para servir a sus intereses.

Disparidades de riqueza y explotación

Las disparidades entre ricos y pobres son cada vez mayores. Con la desaparición del dinero en efectivo y el creciente control de las criptomonedas y los paraísos fiscales, el dinero que ganamos y cómo lo gastamos está ahora meticulosamente controlado. Mientras tanto, unos pocos individuos amasan millones e incluso cientos de miles de millones de dólares y escapan a la trampa fiscal. Algunos poseen más riqueza neta de la que otros podrían aspirar a amasar en, literalmente, 2000 años de vida laboral. La existencia de tales disparidades en una sociedad supuestamente justa es pura locura. Estos multimillonarios tienen más riqueza que cualquier presidente o líder mundial. Así que esto plantea la pregunta. ¿Cómo utilizarán este poder económico?

Muchas administraciones estatales funcionan mediante la explotación clásica. Mientras que la mayoría de los sistemas de educación pública solo ofrecen temas básicos seleccionados, los gobiernos gastan billones de euros en empresas cuestionables. Según Statista, el gasto de Estados Unidos pasó de 7,5 billones en 2020 a la asombrosa cifra de 10,78 billones y, posteriormente, a 11 billones en 2021. Cualquier país necesitaría recuperar ese gasto de alguna manera. Una guerra en 2022 y los consiguientes ingresos del comercio de armas serían una buena solución sin tener que aumentar los impuestos de forma significativa.

Curiosamente, ese mismo año estalló una guerra entre un país sin fuerzas militares y el país con el segundo ejército más grande del mundo, ¿y quién estaba allí para ofrecer apoyo militar inmediatamente? Por lo tanto, es lógico plantearse la sencilla pregunta de si el dinero que damos al Estado se utiliza realmente para el bien del pueblo.

El papel de la riqueza y la ignorancia en la guerra perpetua

Las guerras no son instigadas por la gente común; carecen de las herramientas, el dinero y las habilidades para librar tales conflictos. En su lugar, las guerras son orquestadas por individuos ricos y sistemas poderosos que disponen de los recursos y conocimientos necesarios. Estos individuos, a menudo movidos por la codicia y la envidia, utilizan la propaganda de masas para extender el conflicto y manipular la percepción pública. Este ha sido un patrón constante a lo largo de la historia, con gobernantes, élites y financieros que a menudo actúan sin la educación adecuada o la comprensión del impacto más amplio de sus acciones.

Debido a las acciones de los pirómanos, hoy, en un mundo supuestamente pacífico, diez conflictos asolan el mundo en 2024. Falta ética política y los dirigentes actúan sin pensar en las consecuencias globales a largo plazo, ya que en algunos países los dirigentes son incapaces de mirar más allá de la victoria en las próximas elecciones. En mayor o menor medida, los participantes en el proceso político necesitan una reeducación integral antes de convertirse en autoridades gubernamentales con derecho a dirigir al pueblo.

El fracaso de la educación global

Un factor importante que contribuye a este ciclo perpetuo de guerra es la inadecuación de los sistemas educativos mundiales, que siempre se han utilizado para fabricar una mano de obra salva para el desarrollo económico y la prosperidad de la nación. En ningún caso se creó este sistema para fomentar ningún tipo de desarrollo o realización personal. Por esta razón, muchos sistemas de educación pública sólo proporcionan conocimientos básicos, dejando a las naciones con una escasa comprensión de lo que significa ser verdaderamente humano y de la importancia del desarrollo interior. Esta falta de educación integral hace que la mayor parte de la población mundial siga sin ser consciente de su potencial para el crecimiento interior y el enriquecimiento de las cualidades humanas.

La palabra "humano" es la clave de todo: la vida, los valores y el enriquecimiento de las cualidades humanas interiores. La educación holística global allana naturalmente el camino hacia la auténtica plenitud. Sin embargo, la humanidad está fracasando a la hora de crear un sistema así. ¿Quién se preocupa de la educación interior a lo largo de toda la vida? ¿A quién le importa la inmensa riqueza interior que la humanidad puede construir? Hoy parece como si Sodoma y Gomorra reinaran supremas, conduciéndonos hacia nuestra perdición.

El coste psicológico y emocional de las guerras

El continuo estado de conflicto tiene un profundo impacto psicológico y emocional en la humanidad. Las guerras se presentan a menudo como castigos divinos o males necesarios, pero estas explicaciones están desfasadas y no abordan las verdaderas razones de estos conflictos. La verdadera causa reside en las acciones de unos pocos individuos poderosos que carecen de una educación adecuada y de sentido de la responsabilidad. Sus acciones están impulsadas por creencias primitivas y delirantes, que conducen a la destrucción y el sufrimiento generalizados.

Necesidad de educación holística y desarrollo interior

Para romper este ciclo de guerra perpetua, urge un sistema educativo holístico global que nutra las cualidades internas de la humanidad. La educación debe ir más allá de los conocimientos básicos y centrarse en la educación interior permanente, ayudando a las personas a desarrollar una comprensión más profunda de sí mismas y de su potencial. Este cambio en la educación podría allanar el camino hacia una auténtica realización y un mundo más pacífico.

Llamamiento a la acción

La humanidad se encuentra en una encrucijada. Podemos continuar por el camino de la destrucción, impulsados por la codicia y la ignorancia, o podemos optar por construir una nueva era de iluminación y paz. Es hora de cuestionar los actuales sistemas de poder y educación y de luchar por un mundo en el que se dé prioridad al desarrollo interior y al crecimiento holístico. Sólo abordando las causas profundas de los conflictos y fomentando una comprensión más profunda del potencial humano podremos aspirar a crear un futuro mejor para todos.

No se puede disfrutar de aguas tranquilas sin capear el temporal. Avísame si quieres escapar de este lío arcaico y construir una nueva era hacia un nuevo paraíso.