Desarrollo prenatal

Todo ser humano empieza a crecer y aprender en el vientre materno
Un feto aprende la voz de su mamá, y luego la de papá.
El feto aprende sabores y olores prenatales (de la madre).
Un feto adapta primero el sabor de los alimentos que come la madre.

Las emociones de la madre embarazada se comparten con el feto. El feto reacciona al entorno social, cultural y religioso, y crea las estructuras mentales correspondientes. El feto reacciona ante el entorno natural; por ejemplo, el clima, el peligro, los disturbios, la violencia, las guerras, etc. El feto reacciona ante la escasez colectiva de agua potable, alimentos, refugio, etc. Un feto experimenta acústicamente estímulos y los almacena; aprende a sentir, oír, oler y saborear. Un feto necesita mucho sueño, paz y amor para crecer; un feto diferencia cada vez más las actividades externas.

Los factores sociales influyen positivamente en el desarrollo prenatal del cerebro y la mente:

Hablar con el nonato; Interacciones sociales en torno al nonato; Experiencias emocionales (entorno); Estado emocional de la madre; Felicidad en la familia; Expresiones de amor, cuidado, interés; Comprensión entre las personas; Honestidad y transparencia; Paz e interacciones sociales positivas; Música de todo tipo; Alegría de vivir, un "sentimiento" familiar positivo; Entorno seguro y respetuoso.

  • Durante el periodo prenatal se establecen los patrones básicos de las funciones mentales, que ya están conformados para todo el curso de la vida posterior; incluidos los conceptos de religión, cultura, hábitos, etc.
  • Las creencias y prácticas religiosas de los padres se transmiten al bebé en forma de patrones emocionales y de comportamiento ya durante el periodo prenatal, en la mayoría de los casos con consecuencias para toda la vida.
  • Todo tipo de prácticas culturales y modos de vida locales y nacionales se establecen básica y emocionalmente ya durante la época prenatal, en la mayoría de los casos con consecuencias para toda la vida.
  • Los padres estúpidos e ignorantes, dotados de una capacidad de amor instintiva, el nivel más bajo de desarrollo mental y personal, transmiten su estado mental al desarrollo mental del feto con consecuencias para toda la vida.

Las influencias prenatales positivas en el desarrollo del cerebro predeterminan un desarrollo mental positivo.

Cuanto más se acepte al feto-bebé con su carácter único y su estado emocional, más amará la vida. El amor es la clave suprema para el desarrollo (mental) de un feto, bebé, niño y adolescente. El amor quiere desarrollar la vida. El cerebro necesita mucho amor y cuidados para desarrollarse; pero la capacidad de amar de la humanidad está al máximo 1% de su capacidad. Tanto las malas experiencias prenatales como las buenas determinan la conformación de las funciones mentales.

Las malas experiencias prenatales lo son:

Padres mal educados; Ausencia de cuidados sensibles y receptivos; Falta de atención emocional; Relación parental insegura; Condiciones económicas bajas y deficientes; Falta de actitudes de cuidado; Padres irreflexivos y estúpidos; Ausencia de relación madre-feto; Ausencia de relación padre-feto; Madre y padre no hablan con el feto; Ausencia de comprensión del movimiento del feto; Ignorancia parental, ausencia de madurez, rigidez, violencia en el entorno; Ausencia de amor y cuidado por el feto; Falta de seguridad ambiental, protección, alma, espíritu y fiabilidad.

Después de los 9 meses anteriores al nacimiento, se establecen los cimientos de las funciones mentales.