Los primeros años

Los 3 primeros años después del nacimiento

Después de los 9 meses prenatales se establecen los cimientos de las funciones mentales.

Una vez nacido, el feto prefiere la voz de la madre antes que la de cualquier otra persona. Un bebé responde primero a la voz de la persona que más le cuida. Los bebés lloran en el acento de la lengua materna. Los bebés prefieren primero los sabores de los alimentos que les son familiares desde antes de nacer. Los bebés responden primero en función de los procesos de aprendizaje prenatales.

La ausencia de aprendizaje prenatal conduce a un desarrollo mental deficiente.                                                                                                 

  • Los padres agresivos reducen la capacidad futura del niño para mantener una relación sana y pacífica.
  • Callar como castigo es una humillación con daños emocionales y problemas de salud para el niño.
  • La desarmonía crónica en la familia reproduce patrones emocionales desarmónicos en el estado de ánimo del niño.
  • El acoso repetido, el comportamiento injusto de los padres (profesores) crea una "identidad de víctima" y fomenta la mentira, el engaño, la falsedad.

La mente no puede desarrollarse ni funcionar correctamente sin ella:

... la satisfacción de sus necesidades corporales intrínsecas.
... la satisfacción de sus necesidades elementales para la vida.
... la satisfacción de ciertas necesidades de experiencias sociales positivas.
... la satisfacción de determinadas necesidades de perspectivas vitales positivas.

El amor genuino con charlas, abrazos, caricias y orientación es de suma importancia. La reducción o ausencia de estas satisfacciones fundamentales conducen a una "vida perdida".

El psicoanálisis nos enseña que antes de nacer el feto ya empieza a desarrollar complejos inconscientes, por ejemplo, traumas, patrones de conducta pervertidos, problemas emocionales, adoctrinamiento religioso, miedo, violencia, frialdad, etc. La Ciencia de la "Epigenética" nos enseña que los humanos heredan patrones de la mente, de actitudes, de emociones, de salud y de comportamiento de y hasta las 14 generaciones anteriores. Por eso la historia en contextos relevantes se repite.

Cuanto más negativas son las experiencias prenatales sobre el padre y la madre, cuanto más negativas son las experiencias vitales durante los tres primeros años, más crece un intenso impulso de compensación, de proyección y de búsqueda de un hogar espiritual, religioso o político "verdadero" e "infalible" que prometa alivio, salvación o prosperidad. Pero las raíces de esta herencia mental son mucho más profundas: El patrón mental "Amenazas y Enemigo" se formó hace 20.000 años y aún hoy se mantiene en su concepto arcaico. Las imágenes del enemigo están determinadas y arraigadas en el sistema mental del humano expectante ya antes de nacer y especialmente después del nacimiento durante los 3 primeros años. Para la mayoría de las personas estos patrones no cambian durante toda su vida.

Las influencias religiosas e ideológicas prenatales y postnatales de los padres y del entorno sociocultural no garantizan la "verdad" religiosa o política. La epigenética también lo descubrió: la rigidez, la terquedad, la rectitud, el fundamentalismo y el dogmatismo son conceptos mentales que se transmiten acríticamente a la generación siguiente, más allá de la "verdad".