Los gobernantes de la época del colonialismo

Durante siglos, el pensamiento crítico fue una rareza, limitado a unos pocos individuos y gobernantes selectos. Los últimos 5 o 6 siglos han estado marcados por la subyugación, el adoctrinamiento y el dominio religioso, dirigidos principalmente por el mundo occidental mediante la supresión y la propaganda mundial.

Durante siglos, la política y la religión estuvieron bajo el control de gobernantes astutos, despiadados y opresores. La vida de la gente estaba dictada por estos gobernantes, que abarcaban desde la alimentación hasta la cultura, incluso en regiones como Alemania.

Han pasado siglos y milenios, pero poco ha cambiado. Seguimos lidiando con un ámbito limitado de funciones mentales. Los gobernantes, tanto en el pasado como en la actualidad, operan con funciones mentales malformadas, recurriendo a la violencia, el engaño, el robo y la manipulación, a menudo invocando doctrinas religiosas para mantener su autoridad.

La propaganda mental y las tácticas de intimidación se han utilizado durante milenios. Es posible interpretar que las guerras y las prácticas religiosas han servido en gran medida a los intereses de los gobernantes.

A lo largo de la historia, los intentos de un auténtico desarrollo humano se han visto a menudo frustrados. Los últimos siglos han sido testigos de un extenso lavado de cerebro y adoctrinamiento, con los gobernantes moldeando la política, la educación, la ciencia y la religión para adaptarlas a sus agendas. La disidencia y el pensamiento crítico fueron desalentados y a menudo castigados.

Los gobernantes daban prioridad al progreso tecnológico y al beneficio económico, mostrando poco interés por la verdadera evolución de la humanidad. Se esperaba que la gente se ajustara a sus reglas sin rechistar.

El concepto de Dios en contextos religiosos a menudo servía como herramienta construida por los gobernantes para mantener el control.

Hoy en día, está claro que los seres humanos poseen 22 funciones mentales para gestionar sus vidas de forma responsable. Sin embargo, muchos siguen confiando en proyecciones y mentiras para abordar cuestiones críticas. Las autoridades carecen a menudo de la capacidad de comprometerse con las 22 funciones mentales, recurriendo a enfoques primitivos.

Esta mentalidad primitiva sigue prevaleciendo en algunas regiones, lo que contribuye a los conflictos y malentendidos.

Globalmente, los líderes necesitan una reeducación para fomentar una nueva comprensión del ser humano, promoviendo el respeto, el amor, la comunicación eficaz y la gobernanza solidaria.

En los últimos 3.000 años, ¿hemos evolucionado realmente en mente y alma, y hemos buscado sinceramente la paz?

En resumen, un pequeño número de líderes ejerce actualmente un enorme poder, pero ha llegado el momento de cambiar. Debemos sustituir el uso limitado de las funciones mentales por un enfoque centrado en los auténticos valores humanos.

A los individuos, les animo a la reflexión profunda, a la lectura extensiva y al desarrollo interior. Abracen la autoeducación basada en un nuevo arquetipo para un futuro más brillante para la humanidad.